jueves, 4 de junio de 2009

¿ Es oportuno revisar el rol de las juntas vecinales de seguridad ciudadana?


El Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana debe asumir la triste realidad : las JJVV de Seguridad Ciudadana son entes desfasados, burocratizados, politizados y demandan actualizar sus roles acorde con la problemática de seguridad ciudadana en cada distrito.

Este blog ha recibido un comentario con respecto al tema “ Nuevo Rol de las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana”.

El ciudadano hace conocer de que en el distrito Breña están fregados porque todos los días hay robos , asaltos y los vendedores de drogas actúan a vista y paciencia de la policía, así como las Juntas Vecinales no cuentan con un manual que precise sus funciones y roles , se nombró una Coordinadora Provincial , nombrándose al mismo presidente de esta coordinadora como Coordinador Regional y par el colmo , a la misma persona la eligen como presidente de la Coordinadora a nivel Nacional .

El ciudadano que reside en el distrito populoso de Breña está bastante molesto y se pregunta si acaso no existen lideres vecinales que tengan la capacidad para ser nombrados en dichos cargos .

Pero, llega a la conclusión de que a la policía le conviene tener este tipo de lideres para que puedan manejarlos a su antojo y eso es lo que pasa con la Sra. Marina Mejia, quien ostenta los tres cargos de Presidente de la Coordinadora Provincial, Presidente de la Coordinadora Regional y Presidente de la Coordinadora Nacional de las Juntas Vecinales .


El ciudadano , mostrando su desencanto y desorientación en cuanto a las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana del distrito de Breña, dice que la Comisaría de Breña no quieren trabajar con las Juntas Vecinales porque el nuevo coordinador con la Comisaría es un alcohólico y drogadicto , el Fiscal es otro borrachín , y en fin, cada distrito tiene sus líderes que merecen, pero recomienda que las juntas vecinales deben tener un nuevo rol , idea afín al tema que antes fue desarrollado en este blog con el título “ El nuevo rol de las juntas vecinales de seguridad ciudadana”.


Rediseñar el rol de las JJVV de Seguridad Ciudadana para "voltear la tortilla"

En la actualidad, ante la ineficacia de la policía y el descuido de la autoridad edilicia en materia de seguridad ciudadana, es necesario rediseñar el rol de las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana para "voltear la tortilla": si antes la policía estaba encargada de su creación, organización, capacitación y supervisión, ahora la iniciativa debe partir de ellas mismas, de la ciudadanía, de sus líderes y las juntas vecinales deben controlar y supervisar la labor del comisario y de la autoridad edilicia.

Las últimas encuesta , cuando evalúa la gestión municipal de Lima refiere que el principal problema de Lima es la delincuencia (51.8%), la acumulación de basura y contaminación ambiental (31.3%) y el desorden en el tránsito (8.3%).

La delincuencia sigue siendo en Lima el principal problema que le quita el sueño a los limeños y también su patrimonio y la Capital sigue siendo un verdadero laboratorio de dispersas políticas, muchas de ellas contradictorias entre sí, sin que hasta el momento se conozcan evaluaciones rigurosas acerca de sus resultados.

Para muestra un botón . Dentro de Lima, existe un distrito que requiere un tratamiento especial y urgente en materia de seguridad ciudadana: La Victoria o la "Rica Vicky" como es conocida, no obstante que es un emporio comercial, que genera una rica tributación a la Municipalidad, su población bordea los 350 mil habitantes, se encuentra el enclave económico de Garrama, varios centros comerciales como Polvos Azules, Señor de Los Milagros, APECOSUR, lugares que congregan diariamente miles de comerciantes, compradores, trabajadores y público en general en la realización de transacciones comerciales que ofrecen dichos comerciantes, se ahoga en medio de la delincuencia (con sus más variados matices: hurtos, micro comercialización y consumo de drogas, explotación de la prostitución, estafa, hasta los asaltos y robo a mano armada en plena luz del día), la basura que infecta sus calles, el caos vehicular y los ruidos infernales que provienen de bares, cantinas y discotecas que atienden hasta la madrugada. Se calcula que existen más de 120 puntos críticos en incidencia delictiva.

La inseguridad en la Victoria afecta al 80% de la población, paraliza su desarrollo empresarial y genera problemas psicosociales en la población victoriana. A partir de las 7 pm, la población más vulnerable (niños, mujeres y ancianos) sienten temor de salir a las calles porque estas son controladas por rateros, prostitutas, drogadictos, entre ellos, niñas o adolescentes drogadas con terokal que se mueven como zombis en busca de algunos soles para seguir con el vicio, incluso, vendiendo sus débiles y famélicos cuerpos a los taxistas que pasan por la zona.

Un diagnóstico de la delincuencia y los problemas sociales en la Victoria arrojan que existe un aproximado de 100 focos de micro comercialización y consumo de drogas, diariamente suceden hurtos y asaltos y robos a mano armada, existen 30 centros clandestinos de prostitución, una treintena de edificios abandonados que sirven de fumaderos, guarida de vagos o para esconder a niños y/o adolescentes que se han fugado de su hogar, como escondites utilizados por malhechores o para ejercer el meretricio clandestino, existen varios centros de efervescencia sindical y laboral (trabajadores de construcción civil, trabajadores obreros municipales y lugares utilizados de pre concentración para sus diferentes marchas y acciones de protestas, que cada vez se realizan con mayor frecuencia e intensidad), desorden en el tráfico vehicular, grupos de pirañitas y pandillaje pernicioso que caen sobre su víctima como aves de rapiña, juegos de azar o lugares de apuestas en lugares públicos y privados no autorizados expresamente, contrabando, estafadores o timadores, lugares de venta y consumo de licor a menores de edad, de venta de fármacos y material pornográfico, lugares en donde se realizan fiestas, peñas, show, espectáculos u otros acontecimientos en los que se emplean equipos de sonido con alto volumen, cuya potencia de sonido atenta contra la tranquilidad pública, áreas oscuras que necesiten iluminación o edificios públicos deteriorados, calles sin buzones de desagüe o que estén obstaculizadas con material de construcción, parques sucios, etcétera.

En síntesis, la Victoria es "tierra de nadie" y la Comisaría de la Victoria, por su escasez de personal, sólo puede cubrir 2 puntos críticos ubicados en los jirones La Mar / Jirón García Naranjo y Jirón Lucanas /Jirón Huamanga.

De esta población, más del 70% no confía en la policía porque la considera corrupta y refieren que si sigue existiendo los 30 focos de prostitución clandestina es porque la policía cobra mensualmente; el 50% de los ciudadanos, considera que también es ineficaz porque no soluciona el problema de la delincuencia y que existe una conchabamiento entre la autoridad policial y los delincuentes.

Debemos ser concientes que las necesidades prioritarias en materia de seguridad ciudadana varían de una población a otra y que el constante dinamismo y mutación de la delincuencia requiere de autoridades que puedan, no sólo reaccionar, sino también prevenir la delincuencia y que primero debemos conocer hábitos, necesidades y aspiraciones de las juntas vecinales en cuanto a la seguridad ciudadana de su distrito.

Observando los problemas que se presentan en las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana , algunas a cargo del alcalde del distrito, otras bajo el amparo de las comisarías, a veces enfrentadas unas contra otras, he llegado la convicción de que es necesario rediseñar el rol de las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana, volteando la tortilla: si antes la policía se encargaba de crearlas, organizarlas, capacitarlas, ahora ellas debían tomar la iniciativa, elegir su junta directiva, escoger a sus líderes, elaborar sus planes, manuales y controlar o supervisar la labor de las autoridades, sean policiales o edilicias.

El Secretario Técnico del CONASEC (Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana ), el general Pérez Rocha , uno de los garúes en Seguridad Ciudadana , quien ahora dirige esta importante y clave secretaría, debe estar de acuerdo con el autor de esta nota que no basta crear juntas vecinales y ufanarse de las estadísticas cuando se sabe que muchas de ellas no son útiles y que sólo se crean para satisfacer apetitos personales y políticos.Luego, una vez alcanzado el objetivo político, se les abandona a su suerte .

Hasta hoy, la Policía y las municipalidades, han intentado tomar la iniciativa en cuanto a la creación, organización y capacitación de las Juntas vecinales, pero en la realidad, esto no ha funcionado; incluso, existe rivalidad y desacuerdos entre ambas instituciones que se evidencian en quién crea más juntas vecinales y el rol que deben darles.

El Artículo 17, inciso "b" de la Ley Nº 27933 del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana (11 de febrero 2003) señala que una de las funciones de los Comités Regionales, Provinciales y Distritales "promover la organización de las Juntas Vecinales de su jurisdicción".

La Ley Orgánica de la PNP(Ley Nº 27238) y su reglamento, establecen como una funciones de la policía "garantizar la seguridad ciudadana y capacitar en esta materia a las entidades vecinales organizadas, así como organizar y capacitar a las entidades vecinales con el propósito de lograr su efectiva participación, manteniendo estrecha coordinación con las autoridades del lugar y otras organizaciones civiles.

Para promover la participación activa y organizada de la comunidad en cuanto a prevención, promoción, protección, proyección social y acciones cívicas en bien de la población y en especial de la niñez, adolescencia, juventud, mujer y familia, la Policía ha creado el Sistema Policial de la Familia y Participación Ciudadana(SIPOLFAPACI y menciona que la "célula básica del sistema policial de la familia y participación ciudadana son las juntas vecinales de seguridad ciudadana que promueve la PNP".

Incluso, en la mayoría de las comisarías se han creado departamentos de prevención -sección de participación ciudadana y proyección social con la misión de promover, organizar y capacitar las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana en cumplimento a los lineamientos del comando policial Comando PNP, así como de los comités provinciales y distritales en coordinación permanente con los presidentes de dichos Comités y la Oficina de Participación Vecinal del Municipio del ámbito de su competencia territorial, procurando que sus actividades sean integradas. Así que no podemos quejarnos de que no existe normatividad en materia de seguridad ciudadana. Existe y es bastante frondosa, pero cabe la pregunta: ¿dónde está la falla?

Estas organizaciones no dan resultado porque no se toma en cuenta la realidad de cada distrito en cuanto a patrones de comportamiento del delito, la necesidad de la misma población en materia de seguridad ciudadana, sus motivaciones (no es la misma motivación en San Isidro que en Villa El Salvador), la carencia de planes locales de seguridad ciudadana, la falta de capacitación y sobre todo, no se entiende cuál debe ser el verdadero rol de las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana .

La mayoría de las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana en los distritos no están organizadas , no cuentan con planes estratégicos, buena selección de sus dirigentes y líderes, no cuentan con directivas, manuales, guías de procedimientos y tampoco saben su responsabilidad en cuanto al pedido y uso de los elementos de seguridad.

Existen , incluso, algunas Juntas Vecinales meramente reactivas, que esperan que la policía o el alcalde las organicen, les den silbatos, varas, chalecos y están en dichas juntas para ver si pueden conseguir alguna "chambita" , apoyo económico o hacerse amigos del alcalde o del comisario .

Esta actitud no debe llamarnos la atención. En los sectores "c", "d" y "e" de la Victoria, existe un alto índice de desocupados, marginados sociales, alcohólicos, drogadictos y vagabundos, que en su mayoría viven en extrema pobreza, creando condiciones aparentes para la proliferación de la actividad delictiva.

Las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana , en cuanto a su nuevo rol , deben promover y supervisar el desarrollo de programas y actividades para fortalecer la Seguridad Ciudadana, elaborar ellos mismos su normatividad (plan estratégico local de seguridad ciudadana, manual de organización y funciones, guías de procedimientos, reglamento de uso de elementos de seguridad) para alcanzar una democrática, ordenada y efectiva labor ; promover campañas educativas preventivas de Seguridad Ciudadana en los colegios , en convenio con los medios de comunicación del distrito, mantener constante intercambio y coordinación con otras juntas vecinales del distrito y de otros distritos de la Capital para que los planes sean integrados, colaborar en las acciones de emergencia producidas por desastres naturales, artificiales o situaciones de calamidad local, constituyéndose en brigadas en apoyo a Defensa Civil.

Asimismo, participar y tener ingerencia en el registro, control, capacitación y expedición de certificados de los vigilantes de seguridad privada que operen en el distrito.

Deben participar en la elaboración y control del Reglamento de uso de elementos de seguridad (rejas, casetas de vigilancia, personal de vigilancia particular) y trabajar los temas de desarrollo humano que tienen relación con la seguridad ciudadana y que no es sólo la ausencia de criminalidad .

El desarrollo humano , ligado a la seguridad ciudadana, tiene relación con el mejoramiento de las condiciones de vida de la población, la salud y el medio ambiente .

La labor de las juntas vecinales en materia de seguridad ciudadana debe ir a la par con programas para mejorar las mejoras de calidad de vida de la población más vulnerable.

La teoría criminológica moderna considera que la seguridad ciudadana es mucho más que la ausencia de criminalidad.

Para ello es importante que se crean una especie de Promotores de Seguridad Ciudadana y Mejoramiento de la Calidad de Vida.

El problema de la seguridad ciudadana siempre se ha abordado desde una perspectiva en la que se concibe a la policía como la única protagonista, sin mirar el problema desde la prevención ni en sus causalidades y síntomas.

En su nuevo rol , las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana como agrupación comunal y vecinal de ciudadanos, organizadas de manera voluntaria y solidaria, deben promover y regentar un Centro de asistencia para víctimas de delitos y violencia familiar cuya tarea fundamental sea la asistencia interdisciplinaria de las víctimas, para atenuar las graves consecuencias que ocasiona el delito, tanto en el ámbito individual, como el familiar y el social. El equipo interdisciplinario debe estar formado por médicos, psicólogos, psicoanalistas, pedagogos, abogados, asistentes sociales y criminólogos.

Si "volteamos la tortilla" y se organizan las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana, desde su propia iniciativa, se rediseña su misión y funciones, elaboran su propia normatividad, que cada cinco meses evalúen la labor del Comisario y sus policías, así como la del alcalde y regidores, que promuevan programas que tiendan a disminuir los índices delictivos, trabajando de acuerdo a un plan estratégico. O sea, en base a resultados, entonces dejarán de ser un ente reactivo, mero instrumento o medio para satisfacer intereses personales o meramente políticos y se convertirán en verdaderos agentes gestores del cambio para bajar los altos niveles de inseguridad ciudadana en la Capital .

Entonces, dejaremos de recibir mensajes desalentadores como el que he recibido del ciudadano de Breña y sólo así tendrá sentido esa frase bastante trillada que escuchamos a diario: "La seguridad ciudadana es tarea de todos y sin participación ciudadana no se consigue nada".

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