jueves, 16 de julio de 2009

EL ANDAHUAYLAZO (1- 4 ENERO 2005)



Al parecer , la excarcelación de Antauro Humala por el Tribunal Constitucional es un hecho consumado y ha colocado el “Andahuaylazo “ en las primeras planas de la noticia y constituye una preocupación de la opinión pública porque sería como soltar , uno de los demonios del apocalipsis.



Han pasado más de cinco años desde el asalto a la Comisaría de Andahuaylas , hecho que en su momento acaparó la atención de la prensa mundial llevado a cabo por más de 150 etnocaceristas , liderados por el Mayor EP® Antauro Humala Tasso y el "capitán Paiche” o “Pachas” ( Cap. EP en retiro, Marco Antonio VIZCARRA), segundo al mando .

Este suceso que es parte de la historia , pasó a ser conocido como "El Andahuaylazo" .


El proceso de juzgamiento se lleva a cabo en el Penal de Piedras Gordas por un tribunal ad hoc, en donde se había acondicionados un ambiente y a excepción de los arrebatos del procesado y principal protagonista de El Andahuaylazo , Antauro Humala, el juicio pasaba desapercibido , diluido en el tiempo y el letargo, la prensa estaba más interesado en la enredos o los crímenes en el mundo de la farándula , hasta que de pronto, despertamos del letargo y se anuncia la excarcelación de Antauro Humala . El Tribunal Constitucional ya tiene un proyecto de sentencia por una demanda de Habeas Corpus a su favor y empieza la controversia con el Poder Judicial y prende el temor.

La opinión pública siente temor porque es como soltar un perro rabioso a la calle , un jinete del apocalipsis.


Los ciudadanos no se imaginan a Antauro Huamala suelto en plaza : sería el caos.



Por ahora, es mi intención refrescar un poco la historia de este suceso del cual pocos conocen o recuerdan de cómo sucedió el asalto y la toma de la Comisaría Sectorial de Andahuaylas , y sobre todo, la inmolación de cuatro policías en la madrugada del 2 de enero del 2005.

Muchos ignoran las peripecias que pasaron los policías rehenes para sobrevivir durante los cuatros días y medio que duró la toma de la Comisaría , desde la madrugada del 1 de enero 2005 hasta el mediodía del 4 de enero , día en que Antauro Humala se rinde y entrega las armas, la mayoría obtenida de la armería del local de la Comisaría.

Para reconstruir estos hechos y lograr que sea fácilmente digerible por el lector, no existe mejor método que acudir a los testimonios de las mismas víctimas o agraviados que aparecen en sus manifestaciones de los policías que fueron tomados como rehenes.

Pocos saben también que durante el tiempo que duró el asalto y la toma de la Comisaría de Andahuaylas, un policía permaneció más de dos días y medio escondido en el umbral del techo de la misma sin agua ni comida, que los policías - rehenes todos los días eran maltratados, física y psicológicamente, y eran vigilados por cuatro o cinco etnocaceristas , quienes les apuntaban con sus armas , los amenazaban que iban a matarlos si intentaban fugarse , y los insultaban con frases de gruesos calibres como “ perros miserables, sirvientes del coquero Toledo” asimismo no se les permitía hacer uso de los servicios higiénicos y eran obligados a miccionar o defecar en baldes plásticos.

En caso de que los familiares de los policías – rehenes se acercaban llevándoles alimentos y agua, los seguidores de Antauro Humala, les entregaban media ración o ninguna; el resto de comida era para los asaltantes.

Los policías secuestrados, permanecían todo el día y la noche , maniatados y colocados en espacios reducidos. Durante las noches eran trasladados a un depósito de muebles viejos en donde dormían, o bien parados o en el suelo, encima de improvisados colchones o sucios cartones.

El policía que se acercaba a la comisaría, confiado, pensando que eran soldados de la patria, eran cogidos de rehenes e inmediatamente, eran ubicados con los demás rehenes , después de quitarle el uniforme, humillarlo, vejarlo, despojarle de su armamento personal, celular, prendas , dinero, alhajas, tarjetas Multired , celulares, etcétera.

Al día siguiente, los policías –rehenes veían impotentes como sus prendas, zapatos, armamento, era usado por los etnocaceristas.

El asalto y la toma de la Comisaría de Andahuaylas, coincidieron con la celebración de una fiesta costumbrista religioso-patronal que todos los años se lleva a cabo en dicha ciudad y en esos momentos, la procesión y la gente se había concentrado en la Plaza de Armas de Andahuaylas. Había un aproximado de dos mil pobladores , de todo nivel social , se habían dado cita para celebrar la fiesta patronal , incluso, habían notables invitados que llegaron de la capital como el congresista , Edgar Villanueva Núñez.

La fiesta empezó a la una de la tarde del 31 de diciembre y en el momento que los etnocaceristas , liderado por el mayor en retiro del ejército peruano tomaban por asalto la Comisaría , ubicada a escasas cinco cuadras de la Plaza de Armas, eran como las tres y media de la madrugada del primero de enero de 2005 .

El ruido infernal que desata la quema de los castillos, los gritos de las personas que acompañaban la procesión, repartiéndose el famoso aguardiente de caña mezclado con jugo de naranja o té, que les permitía menguar el frío helado de las madrugadas de dicha provincia cuya temperatura llega a bajar hasta cinco grados, se confundía con el ruido de las armas que utilizaron los etnocaceristas para reducir a los once policías que en esos momentos se encontraban en el interior de la comisaría .

Nadie esperaba que esa noche de año nuevo, el nombre de este pueblo, uno de los pobres del país y abandonado a su suerte, se iba a colocar en primera plana de las noticias a nivel mundial.
Cuando los medios de prensa empezaron a difundir la noticia, el país entero seguía el acontecimiento propiciado por un grupo que se hacían conocer como “etnocaceristas “ que pensaba desatar una revolución en cadena; primero levantando el cuartel del ejército peruano: después otro cuartel, y así hasta derrocar al “coquero Toledo” , como le llamaba de manera despectiva el líder de dicho grupo, Antauro Humala, al presidente de de la República, Dr. Alejandro Toledo Manrique.

También, pocos podían presagiar que dicho grupo que eran vistos por el pueblo de Andahuaylas, vendiendo el pasquín “Ollanta”, gritando y difundiendo sus lemas y arengas a través de un parlante portátil, que eran parte del folclore, de la noche a la mañana iban a tomar las armas y empezar una rebelión contra el Gobierno del presidente Toledo.

Los pobladores de Andahuaylas los veían caminando, siempre en grupos, vestidos con pantalones camuflados del ejército peruano, polos negros con el logo del Ejército Peruano y en la parte posterior del polo la palabra “Reservista”, vendiendo por las calles y alrededor de la Plaza de Armas , el periódico “Ollanta”, que en su momento estelar, llegó a editar 150 mil ejemplares y era distribuido a nivel nacional bajo la supervisión del Capitán “Paiche” o “Pächas”( Marco Antonio Vizcarra) , segundo al mando del asalto .

Pero nunca se les ocurriría que ese primero de enero 2005 , asaltarían y tomarían por asalto la comisaría de Andahuaylas .

La presencia de los etnocaceristas no despertaba sospecha , tal es así que el 30 de diciembre 2004, dos días antes del asalto , dos policías que trabajaban en la unidad de investigaciones , intervienen a diez personas que llegaban a la ciudad con mochilas, pensando que eran narcotraficantes , pero los dejaron ir al comprobar, en las primeras diligencias investigativas , que eran del Movimiento Etnocacerista , y que según ellos, llegaban a la zona para asistir r a una conferencia en la “Casa del Maestro” .

El asalto

Eran las tres y media de la noche del primero de enero dos mil cinco en el pueblo de Andahuaylas y hacía una hora que el SO3 PNP José Efraín Berrocal Cartolin se había relevado con el SOT3 Edgar Arias Munares en el servicio de puerta principal de la comisaría de Andahuaylas .

La noche , como tantas otras, estaba fría , cerrada y el suboficial Berrocal que estaba de centinela , se frotaba las manos , intentando en vano espantar el frío intenso que le penetraba hasta los huesos.

Y mientras soplando en la cavidad formada en la mano derecha, en medio de la penumbra- las calles del pueblo carecen de buena iluminación- observó que a media cuadra se acercaba una patrulla de uniformados conformada por quince o veinte soldados; todos , vestidos con uniformes camuflados del Ejército Peruano.

También observó que la mayoría portaba fusiles FAL, otros , fusiles HK, G3 , culata plegable y fija , en un número indeterminado , así como lgunos revólveres , pistolas, granadas de fusil instalaza API y Norinko , cacerinas, y una que otra escopeta de diferente calibre .

Al llegar a la altura donde se encontraba, la patrulla se para y le da frente, acercándose dos oficiales que portaban sus pistolas al cinto .

Uno de ellos era mayor por los cuatro galones que tenía en el gorro ; el otro, en cambio , tenía tres galones.

El mayor se acerca , le estila la mano , lo saluda y le dice : “técnico , buenos días… así es nuestro trabajo… ya habrá momentos para festejar .Le deseo feliz año nuevo “.

Después del saludo, el mayor dio un paso atrás con firmeza y el capitán se le acerca , le extiende la mano y le dice : “feliz año” . Pero esta vez no le suelta la mano y con un movimiento rápido , jala al centinela hacia él , tratando de llegar al fusil AKM que tenía el policía . Empiezan a forcejear .

El SOT3 José Efraín BERROCAL CARTOLIN trataba por todos los medios de evitar que le quiten la pistola ametralladora que utilizaba para el servicio, pero es rodeado y reducido cuando siente el frío cañón de una pistola a la altura de su cuello , luego arrojado es arrojado al suelo y le colocan un pie en la espalda , mientras lo amenazan : “ Suelta el arma, concha tu madre “.

El policía se aferra al fusil como su vida y empieza a gritar pidiendo auxilio, mientras le llueve una andanada de puntapiés en diferentes partes del cuerpo. En esos momentos pierde el conocimiento.

Habrá pasado unos cinco minutos cuando lo recupera y se da cuenta que no tenía su arma ; entonces , mira hacia dentro del local de la comisaría y observa que todas las luces estaban prendidas, tanto del primer como segundo piso , y que los asaltantes preguntaban a sus compañeros( tirados en el suelo) ¿ dónde estaba el armamento?

Los asaltantes cuando se dieron cuenta de que el centinela había recuperado el conocimiento, nuevamente le propinan una andanada de puntapiés mientras le preguntaban dónde está la armería .

El centinela , para desviarlos, les dice que no sabe porque recién había sido cambiado a Andahuaylas.

En esos momentos, se siente el ruido de un pesado cuerpo que cae del segundo piso encima del capote de un vehículo blanco incautado , estacionado en el interior de la Comisaría . Era el Suboficial de Tercera , Ciro PORROA que había sido arrojado del segundo piso por los s etnocaceristas .

El ruido de la caída del policía se mezcla con el ruido de la a fuga de gas de dos bombas lacrimógenas, que algún policía había arrojado al patio , humo que rápidamente se expandió por todos los rincones del primer piso , y que descontroló a los asaltantes ; situación que fue aprovechada por Berrocal para zafarse de sus custodios que lo habían cogido de los brazos y empieza una loca carrera hacia el vehículo del comisario que estaba en el patio , coge la radio y empieza a pedir ayuda a las unidades móviles que cubrían servicio de inamovilidad por inmediaciones de la Plaza de Armas .

La llamada desesperada de auxilio fueron recibidas por los patrulleros : PO-33, PO-34, PO-35, P0-37 y PO-38.

Berrocal repetía , desesperado, que la comisaría era asaltada y requerían ayuda .

Disipado el humo blanco de las bombas lacrimógenas, los etnocaceristas vuelven a tomar el control de la situación y con empujones, golpes e insultos, sacaron los policías hacia el exterior del local, los juntaron y los apuntaron con sus armas . Luego , colocaron a su alrededor, varias cajas de cervezas , así como algunas botellas vacías y gritaban que los habían encontrado “borrachos”, que eran una vergüenza y que esa es la policía del corrupto Toledo.

Cada cierto tiempo llegaban más policías atraídos por la noticia de que estaban asaltando la comisaría , pero se confundían con los uniformados que estaban en el exterior del local , se acercaban y eran reducidos, los despojaban de sus armas, uniformes y pasaban al grupo de rehenes.

El SOT3 PNP ROLANDO ESCOBAR ESTRADA, agente que trabajaba en la oficina de inteligencia de la comisaría y que esa noche cubría servicio de inamovilidad absoluta en la Plaza de Armas , con motivo de la fiesta costumbrista, también caería como rehén . Se había acercado al local al escuchar la sirena de los patrulleros que se dirigían a la comisaría, caminó hasta la puerta principal , por detrás del loca, pero es visto por cuatro camuflados que portaban armas de fuego, lo reducen a golpes y luego lo conducen donde estaban los demás rehenes .

El Comisario
El comisario era el mayor PNP Miguel Ángel Canga Guzmán , de 41 años, nacido en la provincia de Requena –Loreto y se hizo cargo de la Comisaría Sectorial de Andahuaylas el siete de junio 2004.

Esa noche, durante el asalto , no estaba en el local . A las doce, había reunido a los 45 policías que trabajaban bajo su mando , así como algunos oficiales que habían ascendido al grado inmediato superior, realizaron un brindis por año nuevo , mandó comprar dos cajas de cerveza y cuando era la una de la madrugada, decidió terminar con la reunión porque había servicio que cubrir con motivo de la fiesta costumbrista .

Todos se retiran del local , a excepción de los que cubrían servicio y de los que pernoctaban en el segundo piso , en donde habían dos ambientes destinados para dormitorios de oficiales y subalternos , la mayoría solteros o aquellos policías que llegaban a la zona de visita o para pasar revista de armamento o carné .

Después del ágape, algunos se fueron a cubrir servicio de inmovilidad en verbena del Niño Jesús de Praga de Andahuaylas , fiesta patronal-costumbrista que se había concentrado en la Plaza de Armas .

Esta fiesta dura tres días y la policía colabora en la seguridad con hombres a pie y en patrulleros.

Otros , se fueron a sus casas o ha seguir la celebración de año nuevo con amigos o vecinos .

Es así que cuando la comisaría es asaltada por los etnocaceristas , haciéndose pasar como soldados del EP que patrullaban la zona, el comisario se encontraba en la tienda de su cuñado, Arturo Coronado Arenas, ubicada a cinco cuadra de la Comisaría y escucha varias detonaciones; entonces se le cruza por la mente la idea de que eran pirotécnicos lanzados en la Plaza de Armas de Andahuaylas .

Pero, a los pocos minutos, aparece en el umbral de la tienda el suboficial de primera , Edgar Gavino Rodríguez , acompañado del suboficial de segunda , Gregorio Rodríguez Chacaltana y del suboficial de tercera , Gregorio Cruz Gutiérrez, quienes , agitados y nerviosos , le dicen que la comisaría había sido asaltada por soldados del ejército .

Inmediatamente, los cuatros abordan una mototaxi y se dirigen a la comisaría , pero antes de llegar a la puerta, son interceptados por un grupo de etnocaceristas , quienes los hacen bajar ..
El Suboficial Gavino que estaba colgado de la parte de atrás de vehículo, logra escabullirse y emprende una loca carrera , sorteando los balazos que disparaban los etnocaceristas, mientras se le vino a la mente de que a varios uniformados que en esos momentos le estaban disparando, los había intervenido el 30 de diciembre 2004 , confundiéndolos con narcotraficantes, pero ahora comprobaba que eran etnocaceristas que habían asaltado la comisaría .

En su fuga se encuentra con el suboficial de segunda , Rodríguez Chacaltana y el suboficial de tercera, Cruz Gutiérrez.

Los tres deciden correr por varias cuadras , hasta un lugar en donde encuentran una mototaxi , la abordan y se dirigen hacia el Cuartel de Ingeniería del Ejército Peruano , ubicado a dos kilómetros , con la finalidad de avisarles , buscaban una fuerza amiga , pero cuando están aproximándose al cuartel , observan que a la altura de la puerta principal, se habían estacionado dos patrulleros de la policía .

Se detienen y se esconden por inmediaciones del cuartel y entre las sombras observan la entrada porque tenían temor de que ya los etnocaceristas habían tomado también el cuarte del EP.

Estando escondidos, ven pasar a los patrulleros y deciden seguirlos , observando que los ocupantes de dichas móviles se estacionan en una intersección y empiezan a pedir documentos , la mayoría eran etnocaceristas.

Entonces, deciden dirigirse a la casa del Técnico Barraza quien les facilita su teléfono y se comunican con el Capitán Villafuerte, comisario de San Jerónimo, quien les ordena que se replieguen a su comisaría .

Cuando el Mayor Canga llega a su comisaría, se dio con la sorpresa de que los asaltantes regresaban de nuevo al local, bien apertrechados , con fusiles FAL, HK-G3,AKM, Pistolas y revólveres .

Al parecer , venían del Cuartel Los Chancas hacia donde fueron , pero tuvieron que regresarse . Algo sucedió por lo que no pudieron concretar su objetivo: el apoyo y levantamiento de los soldados y la oficialidad del Cuartel Los Chancas del EP.

¿ Qué sucedió realmente?

¿ Qué conversación sostuvo , Antauro Humala , con el Jefe del Cuartel de los Chancas?

Esta es la parte de la historia que quedará tapada con un manto de misterio.

Cuando los etnocaceristas retornan al local de la comisaría, con Antauro Humala a la cabeza, vuelven a retomar el control , reducen al mayor Canga y obligan a los policías - rehenes que formen en el frontis del local y proceden a insultarlos, vejarlos y los despojan de sus borceguíes .

Pasada la revisión , el despojo de sus prendas y armas de reglamento, los hacen volver al interior del local y los ubican en la Oficina de Tránsito , lugar donde ingresa Antauro Humala acompañado de un corresponsal de Radio Programas que portaba una filmadora .

El periodista realiza varias tomas de los rehenes y se retiran ; después, ingresa una mujer del grupo de asaltantes , a eso de las siete de la mañana , premunida de un arma de fuego y los conmina a quitarse las pocas prendas que tenían ( capotín, borceguíes , chomba negra, pantalón de uniforme, polos) , las mismas que fueron repartidas entre sus compañeros, quienes se las ponían de inmediato.

En momentos de la incursión etnocacerista a la comisaría habían once policías en su interior : 7 de la Comisaría Sectorial ( ambos de la Sección de Investigaciones Especiales) , 1 radio operador , 1 de inteligencia y 2 oficiales.

Uno era el teniente PNP Larry Fernández Purizaca , quien se desempeñaba como comisario de Huancarama y que el 31 de diciembre 2004 había llegado de comisión de servicio , quedándose a dormir en el segundo piso; el otro oficial, era el teniente Sergio Ortiz Galván, quien desde la fecha que llegó cambiado de colocación a la Comisaría de Andahuaylas, se alojó en el segundo piso y tenía un ropero donde guardaba sus pertenencias.

En la oficina de la Sección de Investigaciones Especiales se encontraban cubriendo servicio de permanencia , el suboficial de primera , Edgar Gavino Rodríguez Vallenas y el suboficial técnico de segunda, Barraza Pillary.

El primero , dormía encima de un colchón tirado al piso de la oficina ; el otro , en un catre .

Ambos fueron levantados como a las tres y media de la madrugada por la tremenda bulla y gritos destemplados de los asaltantes , mezclados con disparos de armas de fuego.

Al salir hacia las escaleras que daban al segundo piso, observan que varios uniformados subían hacia el segundo piso , los relucieron y empezaron a agredirlos con puntapiés ; después ingresaron a la oficina que era atizada como armería, rompieron los candados de seguridad y se apoderan de 6 fusiles AKM y 5 pistolas Prieto Beretta.

Posteriormente, los asaltantes , se fueron con dirección al Cuartel Los Chancas del EP.

El suboficial de tercera PNP , Jorge Chacón Luna, quien dormía en la cuadra de suboficiales ubicada en el segundo piso de la comisaría, fue levantando también a puntapiés y con empujones , llevado al frontis del local en donde estaban formados, pegados a la pared, sus otros compañeros.

Los asaltantes le despojan de su arma y lo amenazan que si intentaba escapar, debía darse por muerto . Le quitaron sus borceguíes y con las manos en la nuca, fue arrojado en la oficina de Tránsito, donde permaneció hasta el día de la rendición.

El SO3 PNP Ciro Uberlando Rojas Porroa, otro de los que dormían en el segundo piso , fue despertado también con una pistola apuntándole a la altura del cuello ; después , fue sacado con sus compañeros que estaban descansando en el segundo piso y arrojado al primer piso por las escaleras, golpeándose la cabeza y partes del cuerpo que le hace perder el conocimiento .

Cuando lo recobra, lo sacan al exterior, lo hacen formar , lo registran y les quitan su calzado , para luego conducirlo a la sección transportes, en donde estaban otros compañeros de rehenes. .
El Suboficial de Segunda PNP , Plácido PALOMINO LAZO fue despertado por cinco uniformados que se abalanzan y le quitan su arma , luego lo bajan al primer piso en donde estaban sus compañeros , quienes son sacados al frontis de la Comisaría en donde los despojaron de sus prendas y dinero.

Otro oficial que estuvo en un lugar y la hora inadecuada , era el teniente PNP Larry FERNANDEZ PURIZACA .

Estaba de tránsito y ese día se quedó a dormir en el segundo piso. Recientemente había ascendido al grado de teniente y permaneció en la ceremonia por Año Nuevo organizada por el Comisario, hasta la una de la tarde, luego se retira al domicilio de un familiar del teniente Sergio Ortiz quien también había ascendido ; retornando a la comisaría a las 4 de la tarde , quedándose a descansar en el segundo piso .

Cerca de la una de la madrugada, se despierta para ir al baño y entre las tres y treinta a las cuatro de la madrugada, es despertado con dos patadas en el pecho , por el lado del corazón , propinadas por algunos etnocaceristas.

Uno de ellos le colocó un puñal dentado en el cuello, gritándole que iba a hundírselo si es que no le decía dónde estaba el armamento.

Lo jalan al pasadizo del mismo piso y es amenazado con lanzarlo al patio , lo bajan a empujones por las escaleras, rampando hacia el primer piso , hacia el ambiente entre la prevención y el despacho del Comisario , donde se encuentra con los demás colegas , percatándose de que la Comisaría había sido tomada y en todos los ambientes habían personas uniformadas .

Aparece el Mayor Humala y disponen que lleven a los rehenes al frontis de la Comisaría porque al parecer habían lanzado una bomba lacrimógena .

El teniente PNP Sergio ORTIZ GALVAN, 24 años de edad, soltero, cambiado a Andahuaylas desde el 1 de marzo del 2004 , se desempeñaba como Jefe de Tránsito.

Había permanecido hasta las tres y cuarenta y cinco de la madrugada observando los festejos de la fiesta costumbrista por inmediaciones de la Plaza de Armas y retornó a la Comisaría en donde se alojaba en la cuadra de oficiales ( segunda planta).

No bien fue cogido por el letargo del sueño , es despertado, sobresaltado por los ruidos , golpes , patadas en las puertas , gritos dando vivas al general Juan Velasco Alvarado, al Movimiento Ollanta,

¡Abajo el gobierno del coquero Toledo!- gritaban .

Coge su pistola y se parapeta detrás de la puerta , observando que ocho o diez personas vestidas con uniforme camuflados ingresaban al ambiente donde dormían los suboficiales .

Uno de los uniformados disparó contra él y logra herirlo a la altura del pectoral izquierdo , con orificio de entrada y salida.

Repele el ataque con su arma, logra herir a varios de sus atacantes, pero se le termina las 15 balas de su cacerina y opta por lanzar dos granadas lacrimógenas .

Aprovechando el humo que rápidamente se filtra por los ambientes, sale rampando hacia el balcón con dirección a la parte posterior del segundo piso , lugar donde es reducido por cinco humanistas armados quienes lo despojaron de su arma .

Al expandirse el humo, los humanistas empiezan a desesperarse por efectos del gas lacrimógenos , uno de ellos se lanza del segundo piso y empiezan a salir de los ambientes al exterior .

El oficial sigue rampando y se arroja del balcón del segundo piso hacia el capot del vehículo policial ABIR que se hallaba estacionado en el frontis de servicios higiénicos de la Comisaría.

Al ver los asaltantes que el oficial había burlado y corría ganando la calle por la puerta posterior, empiezan a dispararle con la intención de victimarlo.

Logra escabullirse por el portón de la loza deportiva hacia la calle , sintiendo un dolor quemante en el pecho , dándose cuenta que sangraba , se dirige al Hospital de Andahuaylas por sus propios medios y estando en el nosocomio se percata de la presencia de dos heridos, uno con fractura de pierna y el otro, herido de bala .

Ante la perdida de sangre, el oficial se desvanece y es llevado al hospital donde es atendido por presentar una herida perforante de arma de fuego en la parte izquierda del tórax con orificio de entrada y salida, así como una laceración en la parte posterior de la axila izquierda y hematoma en la parte posterior del hombro derecho y excoriaciones en ambas manos.

Al escuchar por comentarios de los doctores y enfermeros que cerca de ochenta uniformados con armas de fuego se dirigían con dirección del hospital, decidió retirarse y en la Avenida Ejército se encuentra con los suboficiales, Rosas Ramírez y Caller Solórzano , con quienes abordó un taxi dirigiéndose hacia la Comisaría de San Jerónimo , lugar donde se habían replegado la mayoría de los policías que trabajaban en la comisaría de Andahuaylas .

Además de haber sido herido, el oficial había perdido sus prendas policiales, ropa civil, dinero en efectivo aproximadamente 900 nuevos soles, su certificado de arma afectada por el Estado marca Pietro Beretta.

Otro que aprovechó la confusión que causó el gas lacrimógeno en los asaltantes, fue el suboficial de primera, Aníbal Gómez Ligarda, quien logra soltarse de sus captores y sube por una antena de radio del local policial al techo y se esconde encima del umbral del local policial , permaneciendo en dicho sitio por espacio de dos días y medio, hasta que , aprovechando el ingreso de los familiares de los rehenes y la prensa nacional e internacional , sale de su escondite y logra escabullirse protegido por la prensa .

Como presentaba un cuadro severo de deshidratación y golpes en diferentes partes del cuerpo, fue llevado de inmediato al hospital .

A las 9 am., los policías de la Comisaría de San Jerónimo logran disuadir con disparos al aire dos camiones cargados con reservistas que se dirigían hacia la dependencia policial , logrando capturar a ocho de ellos .


El heroísmo sale a relucir en los momentos inesperados . Un ejemplo de ello es la actitud del Suboficial Máximo Mauricio Diestra, radio operador de la Comisaría de Andahuaylas . En momentos de la incursión etnocacerista se encontraba , aún vestido, viendo televisión en el interior de la Central de Comunicaciones de la Jefatura Sectorial Andahuaylas , ubicada en el segundo piso .

Al darse cuenta que los asaltantes se habían apropiado de las radio Motorota HT-1000 portátiles cuyas baterías estaban recargándose, prende la motorola base que estaba protegida en el lugar donde él sólo conocía y empieza a lanzar llamadas de auxilio a todo aquel que lo escuche, entre los que estaban las unidades móviles esparcidas por la zona brindando seguridad a los asistentes en la fiesta costumbrista por año nuevo .

La mayoría de los patrulleros se encontraban por inmediaciones de la Plaza de Armas , pero el llamado de auxilio también fue escuchado por el patrullero de la Comisaría de San Jerónimo y de Talavera , esta última, ubicada a cinco kilómetros de la Comisaría Sectorial de Andahuaylas (denominada “sectorial” porque abarcaba otras subunidades como la Comisaría de Talavera).
Escuchado el llamado de auxilio, los patrulleros y el personal policial empiezan a desplazarse hacia el local de la Comisaría de Andahuaylas.

Entre los que escucharon el llamado de auxilio estaban los Suboficiales PNP Simón Tristán Villafuerte(operador ) y Edgar Yacavilca Senteno Habían estado cubriendo servicio de inamovilidad desde ocho de la noche del 31 de diciembre 2004 hasta las dos de la madrugadas del 1 de enero 2005 en el patrullero PO- 1536 .

Una vez que terminó el servicio, dejaron el patrullero a las dos y cuarenta de la noche en la Comisaría y retornan a la Plaza de Armas con la intención de mezclarse en el gentío y participar en la fiesta costumbrista.

Apenas escuchan el auxilio , Tristán opta por dirigirse al local y cuando estaba a la altura de la intersección de la Avenida Perú , es intervenido por ocho uniformados quienes lo encañonan y lo obligan a descender del moto taxi , es desarmado , golpeado en la cabeza y diferentes partes del cuerpo, luego , arrastrado a la prevención donde lo desvisten, quitándole sus prendas policiales . .
Otro policía que escucha el llamado de auxilio es el Suboficial de Tercera Francisco BERROCAL CARTOLINA quien estaba en el patrullero KO-1535 y retransmite la novedad al personal policial que estaban en los patrulleros PO-1538 y P0-1537 .

Acompañando a Berrocal en el interior del patrullero KO-1535 se encontraban los Suboficiales Angel Galindo Roman( operador) , José Luís Pilco Carpio (conductor) y Javier Damiano Rojas ; los cuatros deciden dirigirse al local policial para brindar apoyo.

Cuando llegan , observan que el centinela sangraba de la nariz , ingresan y detectan que el armamento de la armería que estaba en la Prevención , había desaparecido .

En esos momentos no estaban los etnocaceristas porque después de coger el armamento, se dirigen al Cuartel Los Chancas , ubicado a dos kilómetros .

Pero cuando estaban dentro de la Comisaría, ingresa corriendo el Suboficial José Pilco Pilco, quien había estado en el exterior del local cuidando el patrullero y nervioso les dice que se acercaban un centenar de etnocaceristas , todos fuertemente armados, con dirección a la Comisaría .

Angel Galindo , al ver que era difícil repelar el ataque debido a la superioridad numérica de los asaltantes, coge el patrullero KO-1535 y se dirige hacia la Plaza de Armas para pedir apoyo . En dicho lugar se encuentra con los Suboficiales Javier Damiano Rojas y Edgar Yacavilca Centeno , con quienes de inmediato se dirigen al Batallón de Ingeniería del Cuartel Los Chancas para alertar y pedir apoyo .

Cuando se estaban dirigiendo hacia dicho lugar, se encuentran con el personal policial que estaban en el patrullero PO-1537 conducido por el Suboficial de Tercera, Hermógenes Duran Castillo Mondalico y como operador , el Suboficial de Tercera , Percy Abarca Carrión , quienes también acudían al llamado de auxilio procedentes de la Comisaría de Talavera . Se ponen de acuerdo y ambos patrulleros se constituyen al Cuartel del Ejército Peruano donde son recibidos por el Capitán de servicio y éste dispone que 12 soldados los acompañen hacia el local policial asaltado.

Cuando estaban los dos patrulleros a la altura del puente de Lázaro Carrillo , las unidades se estacionan y descienden de su interior el personal del EP por orden del oficial de guardia, según él, para peinar la zona con dirección al puente Huancabamba .

Ante esta situación , los policías , al ver que ya no contaban con el apoyo de los soldados ni el armamento de largo alcance que tenían (FAL), deciden dirigirse a la Comisaría de Talavera para alertar al personal PNP a fin de que adopten las medidas de seguridad .

Al llegar a la altura del puente Accoscca, cerca al local de PRONAA, una llanta del patrullero KO-1535 se desinfla , dificultando que el patrullero llegue a su destino .

Ante este imprevisto, el suboficial de tercera de tercera , Yacavilca Senteno , acompañado del suboficial de segunda, Damiano , se dirigen al domicilio del suboficial técnico de primera, Condori Pineda para que les facilite el teléfono y poder comunicarse con el comisario sectorial y con la región de Apurímac sobre los hechos acontecidos .

En la región , la novedad es recibida por el suboficial Díaz del Olmo quien le retransmite la ocurrencia al capitán Siles, quien se encontraba de permanencia.

Después de comunicar por teléfono la novedad, abordan un taxi y se dirigen a la Comisaría de Talavera en donde les afectan armamento de large alcance (AKM) para luego con tres efectivos policiales y a bordo del vehículo policial KO- 1537, dirigirse a la Comisaría San Jerónimo.

Cuando se encontraba a una cuadra del local asaltado, a la altura de la intersección de la Avenida Martinelly con el Jirón Ramón Castilla , son atacados por diez uniformados con armamento de largo alcance quienes los reciben con ráfagas , hiriendo al S03 PNP Percy Abarca y al SOT2 Damiano Rojas; el primero en el hombro ; el segundo, en la pierna izquierda .

Antes de rendirse, ambos se enfrentan a los atacantes por espacio de cinco minutos, pero tienen que replegarse porque se les acaba la munición.

Estos dos valerosos policías, logran responder el ataque , pero por la potencia de fuego y el número de atacantes , son reducidos y tomados como rehenes. Luego , les quitan las casacas, sus borseguis y heridos , son obligados a recostarse de cubito dorsal en el piso. Luego los llevan en medio de la calle y son echados en el piso mojado por las lluvias, conjuntamente con el suboficial de tercera, Hermógenes Castillo Montalico y les colocan alrededor varias cajas de cerveza vacías , con botellas de diferentes licores y un letrero de cartón con la inscripción “ los tombos están borrachos” .

Algunos pobladores curioseaban por los alrededores , siguiendo los acontecimientos .

Una vez terminado el show con las cajas de cerveza, los vuelven a conducir hacia el interior de la comisaría a empujones, con golpes y patadas.

Los suboficiales , Gregorio Rodríguez Chacaltana y Gregorio Cruz Gutiérrez, que estaban de servicio en el patrullero de placa PO-1533, por inmediaciones de la Plaza de Armas de Andahuaylas , al recibir el llamado de auxilio, inmediatamente se constituyen a la comisaría , pero fueron interceptados por varios sujetos vestidos con uniforme camuflados , quienes les disparan con fusiles de largo alcance (AKM,G3) y los obligaron a bajarse de la móvil cuando un proyectil impactó en la llanta y la destroza; entonces, se acerca el etnocacerista , de contextura gruesa, tez blanca, cabello lacio negros, con el grado de capitán en la gorra y con una pistola Pietro Beretta ; oficial que estuvo involucrado en un caso de narcotráfico con Demetrio Chávez Peñaherrera “Vaticano” .

Era el que mandaba al pequeño grupo de etnocacerista que interceptaron al vehículo policial PO-1533.

Luego, los tripulantes del patrullero son obligados a salir del automóvil , los despojan de sus armas y con las cachas de sus pistolas , los etnocaceristas les rompen la cabeza .

La móvil es cogida y los policías , introducidos a la comisaría , colocados en el ambiente de la guardia de prevención en donde también estaban como rehenes los suboficiales, Aníbal Gómez Ligarda y José Bernal Cartolín ; quienes a duras penas trataban de contener la sangre que fluía de sus cabezas por las golpizas que habían recibido.

Los suboficiales , Ángel Galindo Román y Pilco , del patrullero PO-1535 , al escuchar el llamado de auxilio , avisan a sus colegas quienes se encontraban cerca, a los suboficiales s Rolando Espinoza Villalobos y Damiano Rojas.

Estos dos últimos suben a la móvil y se acercan a la comisaría , observando a poca distancia que el centinela, José Berrocal Cartolin , se encontraba sangrando y pedía auxilio , gritando que los “humalistas” habían asaltado la comisaría y se habían llevado todo el armamento .

El patrullero PO-15 35 con tres policías inician la persecución , mientras que Espinoza se queda en la Comisaría.

En esos instantes ,los etnocaceristas que volvían al local , llevaban como rehén al capitán PNP Enrique Guzmán APAZA MACHACA , a quién le habían despojado de sus prendas .

Desde junio 2004, este oficial prestaba servicios en la comisaría de Talavera y el 31 de diciembre, había ido a Andahuaylas para cubrir servicio de permanencia y ronda .

El día del asalto , estaba cubriendo servicio de permanencia hasta las dos de la madrugada del 1 de enero , verificó el relevo del personal de suboficiales por inmediaciones de la Plaza de Armas de Andahuaylas y permaneció a bordo de la unidad móvil KO-1533 ; posteriormente , a las 3:15 de la madrugada, desciende del patrullero y empieza a rondar por inmediaciones de la Plaza de Armas.

A las 3:45 am., , cuando se encontraba caminando por la altura del cruce de la avenida Andahuaylas y Calle Ramón Castilla, un peatón se le acerca y le dice que vaya a la comisaría porque estaba siendo asaltada.

Sube a una mototaxi y se baja por las inmediaciones de la comisaría, observando que dos patrulleros , sin tripulación , bloqueaban el acceso al local y habían cuatro uniformados, con boinas de color negro , uniformes camuflados, botas, portaban fusiles automáticos ligeros (FAL) , mientras que otros etnocaceristas habían armado una especie de barrera para impedir el paso .

Al verlos , pensó que eran efectivos del ejército peruano, que estaban repeliendo el asalto, se estacionó al costado de dichos sujetos y les preguntó dónde están los efectivos policiales, en esos momentos .

Estos falsos soldados, con insultos, le obligan a bajarse de la mototaxi, jalándolo de los cabellos .

Antes de bajar, el oficial desliza su pistola y la deja caer en el asiento de la mototaxi, cuando siente el culatazo de un fusil a la altura de su cuello que casi lo hace perder el conocimiento.

El capitán , en esos momentos, antes de ser tomado como rehén, pudo ver que Antauro Humala conversaba con el teniente coronel EP , Jefe del Cuartel de los Chancas ; incluso, es el mismo comandante del ejército que lo identifica ante Antauro como capitán .

Luego es despojado de su uniforme y le entregan ropa civil y lo conducen a un ambiente donde estaba el mayor PNP Angel Canga Guzmán, el capitán Jorge Martínez Ramos, el teniente PNP Larry Fernández Purizaca , entre otros.

A las 11:45 de la mañana del 1 de enero , dos etnocaceristas conducen a la Comisaría al SOT3 Manuel CCORRIMANYA MAMANI, secretario de la oficina de operaciones, quien había sido interceptado cuando se desplazaba por las intersecciones de la Avenida Martinelly con la Avenida Perú con dirección a la Comisaría con la finalidad de formular documentos internos en vista de que desconocía hasta ese momento sobre lo sucedido .

Fue despojado de su carné de identidad, DNI, tarjeta multired, licencia de conducir , una billetera de cuero que contenía dinero en efectivo de S/750.00 nuevos soles , parte de sus haberes de diciembre , después fue conducido al lugar donde estaban los otros rehenes en la Sección Poltran-Sirove . Pidió salir porque su madre estaba mal de salud en la ciudad del Cusco, se consultó con Antauro y le permitió que lo dejasen irse , pero no le devuelven el dinero.

El mayor comisario en todo momento intentó hablar con el líder de los etenocaristas, Antauro Humala quien respondía que “ no hablaba con perros sirvientes del gobierno corrupto” .

A las 6:30 de la madrugada, el comisario fue testigo cuando Antauro Humala conversaba con un periodista de Radio Programas de apellido Truyenque.

Ante esta situación, volvió a insistir para hablar con él, quien se presentó a los quince minutos y le propone que si quería salir libre tenía que firmarle una carta de sujeción , apoyando la revolución que empezaba en esos momentos pidiendo la renuncia del presidente Toledo .

El mayor se niega a esta propuesta .

El comisario también fue testigo cuando un sujeto de tez blanca, con “colita” en el cabello, se acerca y le propina una patada al teniente PNP Larry Fernández Purisaca , luego desaparece.

Miraba impotente como entraban y salían uniformados o civiles que después de quitarles las prendas policiales a los rehenes , se vestían con ellas y se metían a los ambientes, a las oficinas, destruían documentos, se apropiaban de objetos, sillas, etc.

A él le revisaron sus bolsillos, le quitaron sus billetera que contenía 300 soles y le arrancaron su cadena de oro , un celular TIM de propiedad de la DIGIMIN, sus zapatos .

A los suboficiales, les quitaban zapatos, borceguíes, capotines.

LAS GRUPOS DE TAREAS

Desde el primer día de la toma de la comisaría, Antauro Humala y su lugarteniente, el Capitán “Paiche”, organizaron a los etnocaceristas en varios grupos de tareas ; cada uno estaba conformado por cuatro o cinco reservistas .

Como reservistas o militares que habían sido, nada dejaban al azar y se organizaron hasta en los mínimos detalles, tal es así que cubrían tareas de seguridad , tanto interna como externa del local, preparado de la alimentación y cuidado de los rehenes.

Los grupos de tareas cubrían turnos con relevos establecidos y eran supervisados por un etnocacerista.

Establecieron servicios perimétricos al exterior del local, en los techos de la comisaría e inmuebles colindantes, entre los que estaba el Hotel Imperio Chanca.

En el techo se colocaron francotiradores con armas de largo alcance y escogieron a los que integraban el grupo llamado “ los puneños”( habían llegado de Puno y Tacna), a quienes Antauro Humala les tenía ley , eran considerados los más audaces, temerarios, capaces de enfrentarse con los policías a tiros.

Todos ellos fueron ubicados estratégicamente en los techos de la Comisaría o del Hotel Imperio Chanca, el mismo que fue tomado por completo por los reservistas .

Un grupo se encargó de la custodia de los rehenes, otro de la seguridad de la puerta principal, un tercero, se ubicó en el garaje de la parte posterior de la Comisaría , otro en el campo deportivo que estaba cercado con material noble y con mallas para que no se pierda la pelota .

En el exterior, se ubicó un grupo que utilizaban los dos patrulleros como parapeto. Otro grupo estaba en la parte posterior del segundo piso donde funcionaba la oficina de pagaduría .

En el techo que es de calamina se ubicaron dos grupos en ambas esquinas y otro grupo en la parte central del techo de la Comisaría; todos los grupos estaban fuertemente armados con fusiles y pistolas de los mismos policías .

En el segundo piso , donde estaba la oficina de inteligencia y de operaciones, había un grupo de reservistas de tres pe
rsonas .
.
Para preparar los alimentos, los reservistas utilizaron la cocina de la concesionaria.

En cuanto a los rehenes, la orden para los custodios era no dejarlos descansar, siempre estaban hostigándolos, tildándolos de “perros sirvientes del gobierno”, los amenazaban de muerte en caso de producirse un enfrentamientos con bajas por parte de los reservistas, ingresaban al ambiente donde estaban recluidos en diferente horas, los revisaban, buscaban teléfonos celulares.

El grupo a cargo de custodiar los rehenes estaba dirigido por el Capitán “Pachas” o “ Paiche”, segundo en el mando , el Capitán Ramos ( al parecer era su apellido) , tercero en el mando, contextura robusta, tez trigueña, 1.68 , 35 años, cabellos lacios, tercer mando , quien manifestaba que era hijo de un policía retirado que vivía en Abancay, portaba una pistola , un fusil AKM y una granada de guerra , tipo piña, se encargaba de distribuir el personal para el servicio de seguridad del local , el sujeto conocido como Tiwinsa ( contextura delgada , 1.70, alto , tez blanca, 30 años , portaba armamento de largo alcance, quien se encargaba de revisarlos continuamente , a manera de requisa, portaba una pistola Pietro Beretta y un fusil AKM), una mujer de contextura baja, tez blanca, achinada, cabellos largos, 30 años, tenía ascendencia con los reservistas custodios, otra de tipo puneña o cuzqueña, achinada, trigueña, baja estatura, cabellos lacios largos, 33 años, portaba una pistola Pietro Beretta , vestida con uniforme dril del EP .

El sujeto conocido como Quiscudo ( contextura delgada, talla mediana, puneño o cusqueño, cabellos cortos, con chaleco antibalas) y otro llamado “Gato”( contextura gruesa, tez trigueña, tamaño mediano, 1.68, uniformado con ropa de uso militar, camuflado con su respectivo correaje y pistola., eran parte también de este grupo de custodia de rehenes.

Durante las frías noches , se escuchaban confusos tiroteos que los rehenes trataban de adivinar si eran de sus compañeros o de los reservistas.

En la primera noche del primero para el dos de enero, los rehenes escuchaban las órdenes de Antauro, disponiendo que los fusiles FAL debían ubicarse en el techo .

El Capitán Martínez, segundo en la Comisaría de Andahuaylas , jefe de administración y de la sección de radio patrulla , observó que un reservista que tenía un FAL de fabricación belga, con culata rígida y encastrado en la punta del fusil una granada API, de uso exclusivo de la PNP, tenía la costumbre de apuntar hacia el piso , de manera negligente , puesto que si la granada se caía podría causar una explosión con lamentables consecuencias.

Este oficial, el 1 de enero, a las 4 de la madrugada, cuando se retiraba a su domicilio , después de haber controlado los servicios policiales , recibió una llamada telefónica a su celular del comisario , mayor Canga, indicándole que el local había sido objeto de un asalto ,. No dudó en presentarse al local , vestido de civil , y estando a 15 metros de la puerta lateral de ingreso de vehículos de la comisaría , varios uniformados le hicieron el alto , lo rodearon y le quitaron su arma de reglamento (pistola Pietro beretta ) .

Él , como muchos policías, cayeron en la trampa de pensar que esos uniformados eran militares del EP.

Cuando era conducido al frontis de la comisaría , se le acerca un supuesto oficial que se identificó como Capitán del EP, quien portaba una cinta en la frente con la palabra “Ollanta”.

Uno de los asaltantes se presentó con una sarta de grilletes donde estaban como rehenes los oficiales y preguntó quién era el Capitán Martínez.

El oficial responde y le coloca las esposas y luego lo sujeta a una banca de madera, donde permaneció por espacio de 45 minutos.

Pero ante el reclamo del comisario por el abuso que le hacía a un oficial, optaron por retirarle los grilletes .

En esos momentos se presenta el mayor EP Antauro Humala , vestido con uniforme del EP, tratando de justificar antes los oficiales rehenes que lo que había hecho es una acción como respuesta política al gobierno por su incapacidad y empezó a gritar una retahíla de arengas, demandando que el presidente Toledo , presente su renuncia para instaurar un nuevo orden de acuerdo al pensamiento y la filosofía del movimiento etnocacerista .

Al no conseguir que los oficiales firmaran la carta de sujeción al movimiento etnocacerista, prosiguió con los maltratos sicológicos, insultos y vejámenes.

Entre la 7 a las 8 am., ingresan varios periodistas a los ambientes de la comisaría.

Uno de ellos con una cámara filmadora y procede a grabar a los rehenes , captando las imágenes y palabras de Humala cuando decía a los oficiales que los iba a dejar en libertad .

Al mediodía , los policías –rehenes son cambiados de ambiente , fueron llevados a la Oficina de Apoyo Técnico porque la puerta era de metal , la aseguraron con candado y permanecieron en dicho lugar el resto del día y la noche .

El comisario, en la tarde, pudo observar que varios de los humanistas portaban fusiles tipo FAL y en la boca del tubo o cañón el explosivo API asimismo, escuchó que Antauro Humala hablaba por su teléfono celular con la señora Elsa Malpartida , a quien le indicaba que habían tomado la comisaría y que esperaba su apoyo levantando a los campesinos cocaleros.

Escuchó , también , que hablaba con un tal Evo Morales a quien le pedía que se levante y apoye con sus hermanos .

A las seis de la tarde, un etnocacerista le trae alimentos, ropa , frazadas, tres colchones y en la noche apagaban las luces .

Era el momento en que los convertían en blancos de amenazas, maltratos sicológicos , disparaban al aire, rastrillaban sus armas, les decían que por uno de ellos muerto, iban a morir tres “ perros sarnosos” de la policía.

A las doce de la noche, entran tres etnocaceristas y empiezan a buscar celulares en el ambiente donde estaban los oficiales - rehenes , gritando que si encontraban un celular, iba a pagarlo caro .

2 DE ENERO

El domingo dos de enero , segundo día de la toma de la comisaría, empiezan a llegar de Lima y Huancayo, personal de fuerzas especiales , principalmente unidades especializados del SUAT, DIROES, Escuadrón Verde.

Apenas rayó el alba, a las cinco de la madrugada, en la iglesia ubicada al costado de la Plaza de Armas, capitán Cahuana pasaba revista a su patrulla conformada por 12 efectivos ( 2 de Edex, 2 del Suat y 8 del Escuadrón Verde )..

Habían llegado a dicha ciudad a las diez de la noche y después de pernoctar en unos ambientes del penal , estaban listos para entrar en acción .

En esos momentos, el Capitán Cahuana alertaba a su patrulla que la misión era impedir que los ciudadanos civiles ingresen al punto de conflicto, para lo cual se iban a desplazar hacia la parte de las faldas del cerro Huayhuaca donde se encuentra el puente Colonial Anccoyllo que está sobre el río Chumbao.

Así lo hicieron. Se desplazaron en dos columnas de 14 efectivos cada una y cuando se encontraban a 20 metros a la rivera del puente por las faldas del cerro, aún no habían cruzado el puente, en esos momentos fueron emboscados por los etnocaceristas , quienes tenían armas de largo alcance , se tiraron al suelo para protegerse , el suboficial de tercera Martín Ericsson Alvarado Rojas fue herido en la frente por una esquirla y brazo izquierdo y cuando estaba caído, se percata que a sus costados estaban heridos dos de su compañeros, uno del Escuadrón Verde .
Así herido, dispara, repeliendo el ataque que venía del cerro.

Pudo ver que el oficial que estaba a su lado izquierdo era el Teniente Carlos Chávez y el Capitán Cahuana , estaba herido a su lado derecho, tendido en el suelo como resultado de un disparo mortal , moviéndose levemente , tratando de seguir disparando pero su mano derecha no le obedecía.

Mientras esto sucedía en el puente Colonial Anccoyllo sobre el río Chumbao, la noticia se había regado en la Comisaría que habían dado muerte a cuatro policías y les habían despojado de sus armas .

Los etnocaceristas estaban alborotados y Antauro al saber la noticia, empezó a dar vivas y dio una entrevista mencionando que se había matado a cuatro efectivos policiales y les habían quitado sus armas .

El comisario se acerca a la ventana que daba al patio de la comisaría y pudo observar que Antauro se dirigía a su gente dando vivas a la revolución, indicando que así iban a morir todos los perros sirvientes del gobierno y del coquero que se les enfrente.

Ese día, el comisario le increpa a Antauro , por qué no los había soltado como prometió .

El interpelado le responde que no lo iba a hacer y que a partir de esos momentos, eran sus rehenes hasta la solución o morían , todos.

El comisario pide que un médico vea a los policía heridos y uno que tenía el grado de capitán , le trae un médico odontólogo, quien los revisa a todos y les proporciona algunos medicamentos . El médico era un poblador que brindó sus servicios.

Los policías rehenes habían observado que una mujer apellidada Sáenz, profesora, vendedora de celulares de telefónica al costado de la Comisaría , apoyó en la toma del local , luego se encargó de preparar alimentos , incluso, se vistió con uniforme de policía, verde olivo.

3 ENERO

El 3 de enero , los rehenes son trasladados al ambiente donde funcionaba la Cafetería en donde permanecen hasta el mediodía del 4 de enero , día en son liberados .

A las 7 pm., se hicieron presentes , Antauro Humala con el congresista Michel Martinez y el padre Paliza, al ambiente donde estaban los rehenes ( comedor) para indicarles que serían liberados siete rehenes ; el resto de policías , al día siguiente , a las 8 am. .

El Padre Paliza dijo que entre los primeros en ser liberados sería el mayor Canga , pero este oficial se niega a salir , si antes no eran liberados sus subalternos . Y, después de esta respuesta, aprovecha para pedirle al mayor Antauro Humala que se dirija a la prensa y desmienta que estaba su personal ebrios y explique el porqué había tomada la comisaría y no el Cuartel Los Chancas.

Le dijo que su personal no estaba en estado etílico , cuando asaltaron la Comisaría y que , incluso, estaban prestos a pasar examen etílico .

Humala le respondió que era por el gobierno corrupto, por los generales de mierda que habían ascendido injustamente; que no lo merecen.

En cuanto a pregunta del porqué la comisaría y no el cuartel del Ejército, Humala le responde : ´” cómo iba a cagar a su promoción “.

Humala se comprometió a desmentir ante la prensa de que los policías , el día de la toma del local, no estaban ebrios .

El comisario, dirigiéndose a Antauro le dice que seguro, la acción obedece a que su hermano había sido invitado al retiro; que por eso lo hacía .

Humala se encolerizó y le responde que es por ustedes, carajo, porque ganan 700 , 850 soles y que cuando partido nacionalista gane , ellos recibirán 4,500 soles .

Luego se retira .

No pasa ni una hora cuando ingresa un periodista de apellido Urquizo, un abogado de la localidad que trabaja para el diario local Opinión . Portaba una cámara filmadora y estaba acompañado del corresponsal de Radio Programa , Eliseo Truyenque .

En la noche de ese día, algunos civiles ingresan con mochilas y se llevaban lo que podían cargar .
Ese día, Antauro Humala concede una entrevista al Canal N .

El periodista le comenta que había pasado cuarenta horas de la toma de la Comisaría y le pide algunas reflexiones .

Antauro responde que el pueblo peruano es macho , revolucionario , nacionalista , que la captura de la comisaría se hizo sin balas , fue una operación quirúrgica y el 25 de diciembre en el periódico Ollanta se había anunciado lo que iban hacer , incluso, aparecía el título : “ ¡ A las armas ciudadanos ¡”.

El periodista le pregunta si se iban a entregar.

Antauro responde : siempre y cuando cumplan con algunas exigencias mínimas , que se respete la integridad física , con un veedor, delante del pueblo de Andahuaylas y la prensa, que sea de día y no se melle la dignidad de los etnocaceristas.

Esa misma noche, Antauro Humala acepta negociar con una comisión en el Concejo Municipal , integrada por el Director General de la PNP, Félix Murazzo, un representante de la Defensoría del Pueblo, de la Fiscalía y de la Iglesia .

La negociación duró hasta las diez y media de la noche, pero se rompe el diálogo y Antauro Humala es tomado preso .

LA ENTREGA DE LAS ARMAS (4 ENERO)

Al día siguiente de la captura del líder, se desata la violencia; algunos periodistas son agredidos porque , según los etnocaceristas, manipulaban la noticia en contra del movimiento.

Se atrincheran en la comisaría y piden que una comisión negociadora vaya a verlos para conversar .

Cinco francotiradores del EP son capturados y golpeados . Se les presenta como delincuentes.

A las siete de la mañana del 4 de enero, el Capitán “Pachas” o “Paiche” ( sujeto alto, contextura normal, tez blanca, achinado, portaba fusil de largo alcance, segundo en el mando) cuando se entera de que había sido detenido Antauro Humala , se acerca al comisario y le dice que quería deponer las armas en presencia del Director General de la Policía y de la Cruz Roja Internacional .

Desde el interior del local del Hotel Imperio Chanca, el comisario logra contactarse con el Director de la Policía Nacional, general Murazo , pactándose la entrega de las armas que habían sustraído de la comisaría y que tenían en su poder.

Al mediodía se procede a la entrega de las armas y los policías- rehenes son liberados .

Todo había terminado .

El líder estaba capturado, los reservistas entregaron las armas que se habían apropiado de la policía , el local de la Comisaría estaba destruido, dos patrulleros habían sido colocados de trincheras, las computadoras siniestradas , rompieron las pantallas de las computadoras, se sacaron las tarjetas , no quedó entero mueblo alguno, se robaron varias laptop personales , las puertas y lunas estaban rotas , cuatro vehículos siniestrados , les habían sustraído las sirenas, altavoces, le echaron arena al motor .

Las primeras reacciones del Gobierno fue declarar estado de emergencia en Andahuaylas y el padre de los Humala repetía que su hijo era un profesional que sabía lo que había hecho .

Los 17 rehenes fueron conducidos al Hospital y los etnocaristas lloraban a su muerto .

La población que en todo momento apoyó esta asonada y se había identificado con el movimiento ( los etnocaceristas sabían que los altos índices de pobreza y abandono de este pueblo era más que suficiente para apoyar cualquier intentona de derrocar al gobierno ), al final , fueron dispersados con bombas lacrimógenas.

Un día antes, Antauro Humala sabía que estaba perdido, que la situación estaba fuera de control, y empezó a despedirse , mencionando en una entrevista a la prensa que iban a entregar las armas con la frente en alto , con la dignidad el deber cumplido y con el sacrificio , forjarían una nueva generación y tarde o temprano el nacionalismo vencerá .

Cuando termina la asonada etnocacerista, muchas preguntas quedaron flotando en el ambiente :

- ¿Cómo ingresaron 150 etnocaceristas a un pequeño pueblo sin llamar la atención?

- ¿ Si el gobierno sabía que Antauro Humala estaba planificando una asonada, porqué no se adoptó medidas para prevenir estos hechos?

- ¿Dónde están los ojos y oídos del país (servicios de inteligencia)?

- ¿Qué rol tuvo el jefe del Cuartel Los Chancas del EP en esta asonada?

- ¿Qué era realmente lo que pretendía Antauro Humala: tomar el local de la comisaría o levantar el cuartel Los Chancas del EP?

2 comentarios:

Unknown dijo...

bla bla bla bla bla imbecil pues cambiar el rumbo del peru y una cosa mas la opinion publica criolla diras no la opinion publica general ay mas de la mitad del peru que quisieran que rueden las cabezas de algunos criollitos traidores con las disculpas de los criollos patriotas que tamvien las hay pero ya llegara su momento

solo ganaron un poco de tiempo entregandole el poder a alan garcia que deve de agradeserle al pentagono y a bush que era su jefe en ese momento
asi la opinion publica no eres tu imbecil neoliberal

Anónimo dijo...

Muy puntual tu resumen, pero parece mas bien un informe policial más que un resumen histórico. Creo que ningún acto de violencia debe ser permitido en una sociedad que se quiera vantar de ser progresista y democrática, que en el Perú la ausencia del estado en muchas zonas pobres es alarmante, aun hoy en día en que se habla de mejoramientos económicos, que muchos no ven. Ollanta Humala, el hermano de Antauro se levantó para defender la democracia cuando Fujimori quiso gobernar por TERCERA VEZ -el poder corrompe de eso no hay duda, y no debe ser permitido- También el poder de quien tiene las armas, para el caso.

Me gustaría entender porque Antauro tomó esta estúpida decisión? Humala nunca hablo de levantamientos armados, esta claro en el audio que he escuchado y no se le debe atañar con la culpa, ya que el mismo audio lo limpia de esta culpa.

Fujimori ordenó sin embargo y por ello ha sido condenado diferentes torturas (incluida su esposa) muertes y con la complicidad de otros militares (ya que sin ellos no hubiese podido organizar su gobierno tiránico) hundirnos en un país lleno de miedos, miedo a decir las cosas, ha publicarlas y hoy en día Keiko ha insinuado que se debe controlar hasta Internet... entre estas dos alternativas, creo que me quedo con la primera, no quiero volver a los tiempos del temor fujimorista, de la tortura, del enriquecimiento de algunos y el agravamiento de la brecha entre los ignorados y los más poderosos, porque es justamente este tipo de gobiernos los que ocasionan levantamientos en armas como éste. QUE TODOS los peruanos debemos exigir con nuestros actos e interés no vuelvan a suceder. Saludos y gracias por tu información.