jueves, 20 de octubre de 2011

EL FAENON DE CHEHADE


Otro faenón del régimen humalista.- Chehade resultó ser la pata de cabra del Grupo Wong para entrar a Andahuasi.- Al descubierto falsa defensa de la Constitución de 1979 y mentirosa lucha contra la corrupción.




Escribe: César Vásquez Bazán.

Un nuevo escándalo pone en evidencia al claudicante régimen humalista. Se trata del caso de tráfico de influencias que involucra al segundo vicepresidente de la república, un avivato de apellido Chehade, que candidateó en las elecciones como abanderado de la lucha contra la corrupción. Este es el mismo individuo que meses atrás se dio el lujo de jurar el cargo por la Constitución de 1979.

El caso de la pendejada policial de Chehade se añade al episodio engañamuchachos de la propina minera que el ingeniero Humala hizo aprobar recientemente en reemplazo de un verdadero impuesto a las sobreganancias mineras.

La vergonzante gestión de Chehade con los generales de la policía permite obtener varias conclusiones.

Primero: Al intentar implementar el desalojo de los obreros de Andahuasi, el régimen del claudicante Humala demuestra que no defiende a los trabajadores, ni a las clases populares del país. Está alineado con la posición patronal, tal cual lo estuvieron Fujimori, Toledo y García.

Segundo: La identificación patronal del humalismo es incompatible con la defensa de la Constitución de 1979, que es una ley de leyes más humana y justa precisamente por tener en cuenta los intereses de los trabajadores. La intención mañosa de Chehade demuestra que el gobierno es un falso defensor de la Constitución de 1979.

Tercero: El gobierno que preside el ingeniero Ollanta está permitiendo la continuación de la infiltración del capital chileno en nuestro país. Es conocido que las empresas Wong son un Caballo de Troya dentro del que vienen escondidos los capitalistas del sur. Se deduce que el régimen del claudicante Humala no defiende una política nacionalista. Por el contrario, significa una expresión del continuismo neoliberal.

Cuarto: Las acciones de Chehade evidencian que la lucha contra la corrupción que pondría en marcha el humalismo es otra falsedad. Lo afirmamos porque Chehade era, precisamente, el responsable de planificar, organizar y dirigir el enfrentamiento contra la inmoralidad.

Con Humala reemplazando a García Pérez, el Perú ha cambiado mocos por babas.

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